En muchos casos, tales como dolor de espalda, el masaje puede ser el método principal de tratamiento. Cuando existen otras condiciones médicas, el masaje puede complementar o apoyar el tratamiento médico por el alivio de los aspectos músculo-esqueléticos asociados con la enfermedad.
El plan de tratamiento puede incluir uno o más ajustes manuales en los que el quiromasajista manipula las articulaciones para mejorar el rango y la calidad de movimiento. Los objetivos del tratamiento incluyen la restauración de la función y la prevención de lesiones, además de respaldar el alivio del dolor.
- Mecánicos: en referencia a cómo las fuerzas mecánicas relacionadas con cada maniobra afectan a los tejidos.
- Terapéuticos: cuando se utiliza el masaje para mejorar la función circulatoria, recuperar la movilidad restringida entre los tejidos dañados, aliviar y/o reducir el dolor, o para optimizar la conciencia sensorial. En el momento en que el masaje proporciona apoyo humano, relajación y bienestar, ayudando en la recuperación y el mantenimiento de la salud se convierte, aun sin pretenderlo, en un acto terapéutico.
- Deportivos: cuando se efectúa para preparar a un deportista con finalidad competitiva antes, durante y después de la práctica del mismo.
- Psicológicos-anímicos: el contacto de la mano experimentada proporciona calma, seguridad y confort a la persona tratada, le proporciona relajación, a la vez que regula y alivia la tensión psicofísica.
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